La relevancia de la Ley de Riesgos del Trabajo en la prevención y reparación

 La Ley de Riesgos del Trabajo (LRT) constituye un componente esencial dentro del sistema de seguridad social, cuya misión central es proteger a los trabajadores ante las contingencias derivadas de su actividad laboral. Desde su implementación, ha buscado no solo reparar daños, sino también fomentar una cultura preventiva en los lugares de trabajo, reduciendo la siniestralidad y elevando los estándares de seguridad e higiene.

Uno de los puntos clave de esta legislación es su enfoque en la prevención de accidentes laborales y enfermedades profesionales. Esto se traduce en la obligatoriedad de los empleadores de adoptar medidas que garanticen un entorno seguro para sus empleados. Desde el diseño de planes de mejora hasta la provisión de elementos de protección personal, el cumplimiento de estas normativas no solo disminuye los riesgos, sino que también crea un clima laboral más saludable y productivo.

Sin embargo, el sistema también plantea debates y desafíos. Aunque la incorporación de las aseguradoras de riesgos del trabajo (ART) ha facilitado la gestión del sistema, persisten críticas sobre el alcance de las indemnizaciones y la protección efectiva ofrecida a los trabajadores. Por ejemplo, las modificaciones introducidas por la Ley 26773 profundizaron ciertas limitaciones, como la exclusión de responsabilidades civiles del empleador y la prioridad del capital empresarial sobre la dignidad del trabajador. Esto ha generado inquietudes sobre si el enfoque preventivo de la ley está realmente consolidado.

El papel de los profesionales de higiene y seguridad es crucial en este contexto. Su labor no solo se limita a garantizar el cumplimiento de las normas, sino que también implica educar a las partes involucradas sobre la importancia de la seguridad y la prevención. Los exámenes médicos periódicos y pre-ocupacionales, previstos en la normativa, son herramientas fundamentales para detectar riesgos y mantener un monitoreo continuo sobre la salud de los empleados.

Finalmente, la implementación eficaz de la LRT requiere un compromiso integral de todos los actores: empleadores, trabajadores, ART y organismos reguladores. Solo mediante una colaboración activa y un enfoque equilibrado entre prevención, reparación y promoción del bienestar laboral, se puede construir un sistema que proteja tanto a la fuerza laboral como al desarrollo sostenible de las empresas.

Este panorama invita a los especialistas del área a reflexionar sobre su rol en la evolución del derecho laboral y la seguridad social, impulsando soluciones innovadoras y adaptadas a las exigencias de un mundo laboral en constante cambio.

Martin Lionel Gerstner Javid


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