Posturas saludables: cuidá tu cuerpo, cuidá tu trabajo

 El bienestar en el ambiente laboral va mucho más allá de cumplir con los objetivos diarios. Pasar largas jornadas en la misma posición puede generar tensiones y molestias musculares, alertando que es momento de hacer una pausa y atender las señales del cuerpo.

El cansancio físico cuando ya no estás cómodo en ninguna posición es un indicativo claro de que la ergonomía en el trabajo merece revisión. Cuando sentís que una postura se vuelve enfermizante, es la oportunidad ideal para ponerse de pie y estirar los músculos. Estos pequeños cambios no solo alivian la tensión, sino que también favorecen una mejor circulación y reducen el riesgo de lesiones a largo plazo.

Incorporar pausas activas durante la jornada es una estrategia que muchos profesionales están adoptando para mejorar su salud física y mental. Levantarse, caminar un par de minutos o hacer ejercicios de estiramiento ayuda a liberar la fatiga acumulada y a mantener el cuerpo en movimiento. Resulta fundamental modificar la postura de forma periódica, evitando la rigidez que se asocia al estar sentados por demasiado tiempo.

La implementación de hábitos de estiramiento y cambios de postura en el día a día se traduce en un incremento en la productividad y en una notable mejora en la calidad de vida. Reconocer cuando un cuerpo ya no soporta una posición y actuar en consecuencia es una inversión en salud que beneficia tanto al trabajador como a la organización.

Adoptar estas medidas significa responder de forma consciente a las necesidades corporales, creando un ambiente laboral donde el autocuidado y la eficiencia se complementan. El compromiso personal con la salud postural es un paso clave para transformar las jornadas intensas en momentos de bienestar y rendimiento sostenido.

Martin Lionel Gerstner Javid


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