Consumos Problemáticos y Adicciones: Un Enfoque Integral desde la Higiene y Seguridad Laboral

 En el contexto de una sociedad de consumo, los consumos problemáticos y las adicciones se presentan como desafíos complejos que afectan tanto la salud física y mental de los individuos como sus relaciones sociales y laborales. Es fundamental entender que estos problemas no son aislados, sino que están profundamente arraigados en la cultura del consumo que nos rodea.

La cultura del consumo nos impulsa a adquirir objetos y sustancias como medio para alcanzar el éxito y la satisfacción personal. Este fenómeno no solo incluye bienes materiales, sino también sustancias psicoactivas que prometen una evasión temporal de las angustias y el estrés cotidiano. Sin embargo, esta satisfacción es efímera y puede llevar a un ciclo de consumo cada vez más intenso y problemático.

Desde la perspectiva de la higiene y seguridad laboral, es crucial abordar los consumos problemáticos y las adicciones con una visión integral. Esto implica considerar múltiples dimensiones:

  1. Dimensión Social: Los problemas de consumo se construyen social e históricamente. La sociedad ofrece respuestas para intentar controlar o contener estos problemas, pero es necesario un enfoque que reconozca la interacción de diversas dimensiones.

  2. Dimensión Jurídico-Normativa: Existe un marco legal que regula la producción, comercio, circulación y consumo de sustancias psicoactivas. Conocer y aplicar estas normativas es esencial para la prevención y el manejo de consumos problemáticos en el ámbito laboral.

  3. Dimensión Médico-Sanitaria: Los efectos de las sustancias en el sistema nervioso central y en la salud física son aspectos críticos que deben ser monitoreados. La intervención médica y el seguimiento profesional son fundamentales para abordar estos problemas.

  4. Dimensión Subjetiva: El consumo adquiere significados y sentidos según la trayectoria vital de cada individuo. Es importante entender el contexto personal y social de los trabajadores para desarrollar estrategias de intervención efectivas.

En el ámbito educativo y preventivo, las escuelas y los espacios de trabajo deben desarrollar una cultura institucional basada en el cuidado y la reciprocidad. Esto significa fomentar relaciones de confianza y preocupación por el bienestar de los demás. La prevención de consumos problemáticos debe integrarse en las prácticas cotidianas, promoviendo el diálogo y la escucha activa sin juzgar.

Para los profesionales de higiene y seguridad laboral, es esencial reconocer que los consumos problemáticos no se resuelven únicamente con la voluntad individual. Detrás de cada consumo hay una complejidad en la vida de las personas que requiere un abordaje integral y empático. La prevención efectiva implica mirar al otro en su totalidad, entendiendo sus circunstancias y trayectorias.

En el contexto actual, donde las tecnologías y el juego online también representan nuevos desafíos, es necesario adaptar nuestras estrategias de prevención y acompañamiento. La frontera entre lo virtual y lo real se ha difuminado, y las prácticas de consumo se han transformado. Los profesionales deben estar preparados para enfrentar estas nuevas modalidades de consumo problemático, promoviendo el juicio crítico y la reflexión entre los trabajadores y estudiantes.

La construcción de límites claros y referencias sólidas es una tarea imprescindible para el bienestar y crecimiento de los individuos. Interpelar las representaciones y prácticas vinculadas al consumo es fundamental para desarrollar políticas de prevención y cuidado que realmente impacten en la vida de las personas.

En definitiva, abordar los consumos problemáticos y las adicciones desde una perspectiva integral y preventiva es una tarea que requiere compromiso, empatía y una visión holística. Los profesionales de higiene y seguridad laboral tienen un rol clave en esta misión, contribuyendo a la creación de entornos saludables y seguros para todos.

MARTIN LIONEL GERSTNER JAVID


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